El lado positivo de las cosas

Probablemente te sentirás bien identificada o identificado con estas palabras que Dios a puesto a en mi corazón en este espectacular viernes. Esta semana a fue, sin lugar a dudas, una de esas en donde se podía medir la profundidad de las raíces en el fundamento, en la roca que es Cristo Jesús. El lunes inicio la semana arrancamos con una noticia que ante toda luz nublaba nuestro entendimiento. Aquella que te estremece y te hace reflexionar. Hablo de cuando te sorprenden con el típico «gracias por tus servicios, nos estaremos comunicando con usted más adelante«. Creo que no tengo mucho que explicar puesto que es más que obvia la oración retórica recurrente en muchos hogares. Luego el martes, justo el día de mi cumpleaños recibimos una llamada del cuartel de la policía, para hacernos unas «preguntas de rutina» con respecto a un vehículo usado que se había comprado hacía tan sólo una semana.

¿Qué si fue una semana fuerte?, sin lugar a duda. Momentos en donde nuestra fe es probada nuevamente. Donde nuestro carácter se va forjando en la fosa de los leones junto a Daniel. Ya hoy es viernes y siento el agotamiento físico de las innumerables situaciones.

Por otro lado, aún con toda esta carga emocional que les he contado antes, y aún las que me reservo que son igual o más fuerte, pude escuchar, ayudar, sonreír, dar palabra de aliento, pude abrazar y orar por mis amigos, por mis compañeros, por mis hermanos en la fe y aún por los que tal vez mi presencia no le es muy grata. Tuve el privilegio de olvidarme de mi y de mis problemas para poder ser un aliciente a otros. Esta es mi satisfacción. Probablemente no todos sepan lo que me sucede, pero Dios me ha dado el privilegio de saber lo que le sucede a muchos de ustedes. Gracias por confiar en mi, por muchas veces aún sin conocerme físicamente sienten la necesidad de abrirse y contarme sus situaciones. Sigo creyendo firmemente que Dios es quien sana restaura y nos hace una nueva criatura. Para el que cree todo es posible. Estaré ahí, como siempre aunque sea solo para escuchar, llorar, leer y orar contigo manteniendo el enfoque en lo que realmente es importante. 521870_370507396348234_2078417483_n

«Moisés confió en Dios y, por eso no le tuvo miedo al rey ni se rindió nunca. Salió de Egipto,y actuó como si estuviera viendo a Dios, que es invisible». Hebreos 11:27

 

Dios te bendiga siempre!

Es Tiempo de tu Transformación

Una cosa que debemos de tener clara aquellas que hemos nacido de nuevo, es que no tenemos problemas en el espíritu. Si verdaderamente hemos nacido de nuevo, nuestro interior, ha sido transformado. Se nos ha dado una nueva naturaleza incorruptible. Si fuésemos solamente espíritu, no tendríamos necesidad de ser liberadas de nada al “nacer de nuevo”. Pero no somos solamente espíritu. Somos cuerpo, alma y espíritu. El problema está en nuestra alma, esa parte de nuestro ser que da origen a la mente, las emociones, los recuerdos, el afecto y los deseos.

Nuestra alma es una de las cosas que nos ata. La cual está estrechamente relacionada con nuestro corazón. Es parte de nuestra naturaleza femenina. Dice la palabra de Dios en Proverbios 28:26 que el que confía en su propio corazón es necio;  Mas el que camina en sabiduría será librado. Hoy Dios quiere libertar algo en nuestra alma. Hoy es el día que Dios quiere libertar tu corazón, tus actitudes, tus emociones, tus finanzas, tu matrimonio, tu trabajo y hasta tu ministerio. Dios quiere que vivas en libertad en El y para El. Que seas libre de la tentación, del pecado, de la culpa, de los eventos del pasado y de las relaciones que han terminado. Dios quiere que puedas realizar los sueños y anhelos de tu corazón.

Dios tiene sanidad para tus pensamientos, tus emociones y tus actitudes. Él quiere transformarte por completo. Una vez sanada y liberada por completo, su deseo es que nunca, nunca, nunca jamás vuelvas a estar esclavizada. Él tiene muchos planes para con cada una de nosotras. Si supieras y entendieras cuan necesaria somos para realizar una obra poderosa en nuestra familia, en nuestros trabajos, en nuestro medio ambiente y en nuestro país. Sabes que tú y yo estamos llamadas a hacer la diferencia. Nosotras podemos lograr que esto se convierta en una pandemia y llevar esperanza a nuestra islita que tanto lo necesita.Imagen

¿Estarás tú dispuesta a dejarlo hacer su obra en ti?

“Porque yo sé muy bien lo que haré por ustedes; les quiero dar paz y no desgracia y un porvenir lleno de esperanza, palabra de Yavé”. Jer 29:11

Cuando regalamos nuestro «YO»

Justo cuando se acercan éstos días, en donde se ha comercializado tanto el “tema del amor” es cuando indiscriminadamente comenzamos a buscar a quien regalarle nuestro “YO”. En un acto de posible desesperación nos volvemos «ciegas, sordas y mudas» como dice Shakira. Esto no es otra cosa que boicotearnos la vida misma. El temor de disfrutar un rato con nosotras mismas no luce tan atractivo como tener a alguien con quien compartir, aunque sea de la forma menos adecuada. Es una lástima. Mi amiga… abre los ojos carnales y espirituales. Yo pienso que alguna de nosotras debiéramos de venir con un banderín rojo que se levantara cuando estos pensamientos lleguen. O que tuviéramos un artefacto audible que nos dijera «what’s wrong with you?».

Sabes, nuestro discurso en estos días debiera decir algo más o menos así:
“No me conformo con lo que hay disponible, sino que tengo mi mirada bien puesta en lo que quiero”.

Mujer, tener el control de nosotras mismas es una aventura. Algunas veces agotadora y otras excitantes pero siempre, siempre, siempre gratificante. Por nada en el mundo rindas tu identidad. No vale la pena. Terminarás peor que comenzaste. Disfruta cada momento que tengas. Identifica que cosas has querido hacer y no has hecho. Salta de un paracaídas, prepárate para participar en un maratón, vete en un viaje misionero, levanta un grupo de chicas que necesiten apoyo y dialoguen entre ustedes mismas las posibilidades y las alternativas. El momento para hacerlo es hoy. Compromete contigo misma. El compromiso va a demostrar lo que realmente valoras: ¡a ti!

Tú eres especial, eres única. Ámate pero sobre todo: VALORATE!

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«Es que si no fuera así…» juicio valorativo

Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas mientras la otra era perfecta. La perfecta conservaba toda su agua en el trayecto desde el arroyo hasta el hogar de su patrón, pero la de las grietas, sin embargo, apenas si conservaba la mitad.

Y así fue durante varios años, lo que llenaba de orgullo a la vasija perfecta y avergonzaba a la agrietada. Un día, ésta, que sentía que ya no podía más, se atrevió a hablarle a su patrón:

«Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo, porque debido a mis grietas sólo puedo entregarte la mitad del agua y sólo obtienes la mitad del valor que debías recibir».
El aguador, entonces, la miró compasivamente y le pidió que en el próximo viaje se fijase en las hermosas flores que crecían a lo largo del camino. Así lo hizo la tinaja, que miraba complacida las flores cuya belleza hasta ese momento le había pasado desapercibida, pues siempre iba muy preocupada por derramar la menor cantidad de agua posible.

Llegaron así al final del trayecto, y la vasija, aunque maravillada por lo que había observado, volvió a sentirse triste y culpable porque otra vez había derramado una gran cantidad de agua. Entonces, el aguador le dijo:20100429161042-camino-bosque-flores

No estés triste, ¿no te has fijado que las flores sólo crecen a tu lado del camino?. Durante estos años he ido sembrando semillas de flores a lo largo del camino, y tú, todos los días, has ido derramando encima de ellas el agua necesaria para que crezcan y florezcan tan espléndidas como hoy las has podido observar. Así, gracias a ti, yo he podido recoger esas flores para alegrar la casa y decorar el altar en la Iglesia. «Pero si no fueras exactamente cómo eres, jamás hubiera sido posible crear esa belleza. Así que deja de lamentarte y regocíjate en tus imperfecciones, porqué son ellas las que te hacen única y especial».

Después de aquellas palabras, jamás volvió a avergonzarse la vasija agrietada durante los trayectos desde el arroyo, pues sabía que su misión era ahora otra, y que esa sí, la hacía a la perfección.

Cuantos señalamientos a diario nos hacemos a nosotros mismos. No es en vano ese dicho pueblerino que dice: «no hay peor enemigo que nosotros mismos». Cuando se trata de emitir juicio, tendemos a ser muy severos. Pensamos que el trabajo que realizamos es, sin lugar a duda, uno incompleto y mediocre. Acto seguido comenzamos una hilera de justificaciones que sin ánimo de ofender, no le interesan a nadie.

Déjame hacerte una pregunta, ¿cuál de estas dos vasijas realiza una mejor labor? ¿La perfecta vasija que sólo hace una función o la agrietada que realiza dos funciones? Aquí entra el «juicio valorativo». Para que fue diseñada la vasija: para cargar el líquido. Aun así el trabajo que podemos realizar es tan importante como el que secundariamente estemos haciendo sin restarle mérito. Todas las funciones que realices para la obra Dios son importantes, pero más aún necesarias. Todas él las ve y se regocija de la disposición con que la realizas. No te opaques ni permitas que nadie lo haga.

“Pues bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno de ustedes es un miembro con su función particular.” 1Corintios 12:27 (DHH L 1996*)

Eres importante, VALORATE!

Síndrome de Cuasimodo

«Toda la vida me habéis dicho que el mundo es un lugar cruel y sombrío, pero ahora veo que lo único cruel y sombrío que hay en él son las personas como tú.» Cuasimodo

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Durante mucho tiempo Cuasimodo vivió alejado de la sociedad por una falsa imagen que le habían presentado. Una imagen, que como el menciona en su cita, sin alegrías, sin emociones pero sobre todo sin amor. Su “yo” lo había determinado otra persona. Por cuanto tiempo nosotros hemos vivido en un mundo así. Donde lo único que escuchamos es la descarga despectiva de personas inescrupulosas y manipuladoras. “No puedes hacer esto o aquello” nos dicen. O peor aún tengo que contar con la aprobación de algunas personas para poder sentirme bien conmigo misma. “Esto lo hago por tu bien”, ¿lo has escuchado antes? Sabes, esto se conoce como dependencia emocional. Es la necesidad de tener a otros para sobrevivir. Cuando somos emocionalmente dependientes, miramos hacia los demás para recibir nuestra propia felicidad. Sacrificamos lo que realmente queremos y necesitamos por el miedo a ser rechazadas, abandonadas o confrontadas.

Si en este momento te encuentras en esta situación te insto a que te llenes de valentía para hacer lo que sea necesario para salir de este ciclo. Nunca es tarde. Cuenta la historia que Cuasimodo estuvo así por alrededor de 21 años. Hasta que un buen día se llenó de valentía para reconocerlo.

Conviértete en tu propia y principal «fan”. Dios no quieres que sobrevivas, quieres que VIVAS! Que tengas tu propia vida.
¿Cómo lo haces?

• Comienza a proclamar palabras de bendición y no de maldición para tu vida.
• Bríndate la oportunidad de equivocarte y comenzar de nuevo.
• No seas tan severa contigo misma.
• Evita el compararte con otras personas. Todas somos únicas y especiales.
• Busca descubrir cuáles son tus cualidades, habilidades y dones.
Lo medular en todo esto, es que entiendas que Dios siempre está dispuesto a extenderte unos brazos amorosos. Él te ve muy diferente a como te ve el resto del mundo. Quiere que seas feliz y que lleves una vida plena.

“Yo sé los planes que tengo para vosotros, planes para vuestro bienestar y no para vuestro mal, a fin de daros un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo”. Jeremías 29:11

Quiérete pero sobre todo… VALORATE!

Un corazón agradecido

Hay algo acerca de Dios que siempre toca mi corazón y me hace recordar que su amor hacia mi es incondicional. Cuando yo me veo, cuando pienso en que cosas pudo ver Dios en mi para amarme de manera incondicional, sinceramente no encuentro motivos suficientes para decir que yo me gane ese amor. Dios en su infinita misericordia y en su gracia te escogió a ti y me escogió a mi para darnos una vida mas abundante de lo que podemos imaginar.

No solo eso, sino que puso en nosotros propósitos y encomiendas para llevarlas a cabo. Siempre me pregunto ¿Por que me ha dado la bendición de llevar su palabra de diferentes maneras? Esto no lo digo por que pienso que soy mejor que nadie, al contrario, lo digo por que hace varios años atrás cuando era un poco mas joven pensaba que no había manera en que Dios pudiera usar mi vida. Pero cuando leo la Biblia y veo quienes son las personas que Dios utilizo para llevar a cabo sus planes, siempre me doy cuenta que muy rara vez escogió a alguien que pudiera decir que tiene los méritos suficientes para hacerlo.

Y es que como dice su palabra; Dios escogió lo despreciado por el mundo —lo que se considera como nada— y lo usó para convertir en nada lo que el mundo considera importante. Como resultado, nadie puede jamás jactarse en presencia de Dios (1 corintios 1:28). 1Co 1:26-28

Pues considerad, hermanos, vuestro llamamiento; no hubo muchos sabios conforme a la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;
sino que Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo, para avergonzar a lo que es fuerte;
y lo vil y despreciado del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para anular lo que es; para que nadie se jacte delante de Dios.

Hay muchísimos ejemplos que hoy pudiera citar, pero quiero enfocarme en una mujer llamada Rahab. Esta chica no tenía mucho valor en la sociedad de aquellos días, tenía dos factores que en la cultura de ese tiempo lo único que generaba era rechazo, era mujer y era prostituta. Los religiosos de aquella época cuando iban al templo hacían una oración que decía más o menos así ” Dios, gracias porque ni me hiciste gentil, ni me hiciste mujer”.

Qué triste y vergonzoso que alguien pudiera orar así, pero en esos días era una realidad. Aquí es cuando Dios entre en escena. Cuando Josué fue encomendado conquistar la tierra prometida envió dos espías a explorar la tierra. Estos dos amigos llegaron hasta allí y decidieron pedir ayuda y esconderse en una de las casas que estaba justo a la entrada de esta tierra. Esa casa pertenecía a Rahab y era el lugar donde probablemente ejercía su negocio.

Una vez allí los espías, Rahab no solo los escondió, sino que despisto a los que los buscaban diciendo que ya los espías se habían ido. Una vez se fueron los que los buscaban, los espías salieron de su escondite y agradecieron a Rahab por su ayuda. Ella en ese momento supo reconocer lo que otros en su tierra no habían visto;¡No es extraño que nuestro corazón esté lleno de temor! A nadie le queda valor para pelear después de oír semejantes cosas. Pues el Señor su Dios es el Dios supremo arriba, en los cielos, y abajo, en la tierra (Josué 2:11). Y cuando lo oímos, se acobardó nuestro corazón, no quedando ya valor en hombre alguno por causa de vosotros; porque el SEÑOR vuestro Dios, El es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.

Rahab supo reconocer que el Dios de Josué era el único verdadero Dios, luego realizo pacto con los espías para que su vida y la de su familia fuera preservada una vez Josué y sus tropas conquistaran la tierra, y así fue. La tierra fue conquistada y Rahab y su familia fueron los únicos que sobrevivieron. Esta mujer que parecía no tener nada especial fue usada por Dios para ser parte importante de la conquista de la tierra prometida. Despreciada por otros, pero amada por Dios, lo que parecía carecer de valor a los hombres, Dios uso para honra y gloria suya.

De este modo, que si tú en algún momento te has considerado una persona que Dios no puede usar, hoy te digo que estas equivocado o equivocada, si confías y entregas tu vida a Él, Dios puede hacer en ti y a través de ti cosas que nunca pensaste. Recuerda que Dios no mira tu apariencia si no que mira tu corazón.

Mi oración por ti hoy, es que seas instrumento útil en las manos de Dios.