‎»Muere Lentamente»

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo, y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú. Muere lentamente quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las íes a un remolino de Emociones, justamente las que rescatan el Brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un Sueño.

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.

Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.

Muere lentamente, quien abandona un Proyecto antes de iniciarlo, no pregunta de un asunto que desconoce, o no responde cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.

Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida Felicidad.

~ Pablo Neruda

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Síndrome de Cuasimodo

«Toda la vida me habéis dicho que el mundo es un lugar cruel y sombrío, pero ahora veo que lo único cruel y sombrío que hay en él son las personas como tú.» Cuasimodo

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Durante mucho tiempo Cuasimodo vivió alejado de la sociedad por una falsa imagen que le habían presentado. Una imagen, que como el menciona en su cita, sin alegrías, sin emociones pero sobre todo sin amor. Su “yo” lo había determinado otra persona. Por cuanto tiempo nosotros hemos vivido en un mundo así. Donde lo único que escuchamos es la descarga despectiva de personas inescrupulosas y manipuladoras. “No puedes hacer esto o aquello” nos dicen. O peor aún tengo que contar con la aprobación de algunas personas para poder sentirme bien conmigo misma. “Esto lo hago por tu bien”, ¿lo has escuchado antes? Sabes, esto se conoce como dependencia emocional. Es la necesidad de tener a otros para sobrevivir. Cuando somos emocionalmente dependientes, miramos hacia los demás para recibir nuestra propia felicidad. Sacrificamos lo que realmente queremos y necesitamos por el miedo a ser rechazadas, abandonadas o confrontadas.

Si en este momento te encuentras en esta situación te insto a que te llenes de valentía para hacer lo que sea necesario para salir de este ciclo. Nunca es tarde. Cuenta la historia que Cuasimodo estuvo así por alrededor de 21 años. Hasta que un buen día se llenó de valentía para reconocerlo.

Conviértete en tu propia y principal «fan”. Dios no quieres que sobrevivas, quieres que VIVAS! Que tengas tu propia vida.
¿Cómo lo haces?

• Comienza a proclamar palabras de bendición y no de maldición para tu vida.
• Bríndate la oportunidad de equivocarte y comenzar de nuevo.
• No seas tan severa contigo misma.
• Evita el compararte con otras personas. Todas somos únicas y especiales.
• Busca descubrir cuáles son tus cualidades, habilidades y dones.
Lo medular en todo esto, es que entiendas que Dios siempre está dispuesto a extenderte unos brazos amorosos. Él te ve muy diferente a como te ve el resto del mundo. Quiere que seas feliz y que lleves una vida plena.

“Yo sé los planes que tengo para vosotros, planes para vuestro bienestar y no para vuestro mal, a fin de daros un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo”. Jeremías 29:11

Quiérete pero sobre todo… VALORATE!

Vanidad

Todas alguna vez hemos escuchado acerca de la historia de Sansón y Dalila. Historia que se encuentra en el libro de Jueces 16.

Una mujer sumamente hermosa y llena de atributos físicos. La palabra nos relata que vinieron a ella los príncipes de los filisteos, y le dijeron que lo engañara para saber en qué consistía su fuerza. Necesitaban saber cómo podrían vencerlo. Si ella accedía, sería muy bien remunerada.

Dalila fue tejiendo una red de engaño y seducción. Fue presionándolo e importunándolo cada día, hasta conseguir su objetivo. Entonces él, finalmente le reveló el secreto.

Sabes que ella simplemente usó su atractivo femenino ilegítimamente, con un propósito destructor y homicida. Toda mujer que finge amor y usa las armas de su vanidad y coquetería para conseguir sus fines simplemente se convierte en un ser egoísta. El encanto femenino y el atractivo del cariño son dones de Dios. La mujer los ha recibido del Creador. Y como tal debes de utilizarlo. Nosotras tenemos tantas cualidades como para no tener que recurrir a la belleza física de un modo trivial o frívolo. No esta mal que te arregles, que te interese tu apariencia física pero esto no debe de ningún modo ser una la normativa en tu vida. Hay mucho más allá que la apariencia física en cada una de nosotras.

Respétate pero sobre todo: VALORATE!

“Engañosa es la gracia, y vana la hermosura;
La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.” Proverbios 31:30