Un 3 de diciembre hace un año atrás…

…recibía una llamada citándome a las oficinas de Recursos Humanos. Luego de insistir en cuanto al propósito de la misma, finalmente me lo dijeron. “Como empleada exenta le queremos dar gracias por sus servicios, no vamos a necesitar más los mismos.” No creo que tenga que explicar lo que esto significaba y los detalles del mismo. Más bien quiero resaltar las millones de preguntas que esto provocó en mi mente. Y sí, justo en plena navidad.

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En mis oraciones intentaba que Dios me diera respuestas. Y recibí una, me dijo: “Reconcíliate con Dios, y recupera la paz; así Él te devolverá la prosperidad” (Job 22:21). Sin lugar a dudas en ese momento mi Dios, aquel a quien le estaba rindiendo culto estaba siendo mi trabajo. Le dedicaba casi 12 horas diarias. Le pedí perdón a El,  por haberle quitado su lugar, desplazarlo y otorgárselo a algo tan efímero.

Ya tenía la respuesta a la primera pregunta. Ahora como muchos, que en estos tiempos de incertidumbre les ha sucedido lo mismo, tenía una de dos opciones: o me sumergía en una depresión o buscaba la forma de salir adelante. Sin titubear, elegí la segunda. Sabía que esta situación no iba a ser definitiva y si existe algo, que me ha caracterizado a lo largo de mi vida, ha sido la determinación.

Ahora puedo decir:

¡Querer, creer y hacer es lo necesario para que las cosas ocurran!

Querer es adoptar la voluntad y apropiarte de ella. Creer es tener la convicción de que Dios será quien te dirija y quien abrirá cada puerta. Creer es la certeza de que no hay porque temer cuando es El quien tiene la dirección. Hacer es poner en acción la misión que Dios nos encomendó.

Ya ha transcurrido un año. Veo atrás y puedo decir que ha sido una de las mayores bendiciones que he podido recibir. Fueron unos meses bien difíciles pero  bien valió la pena. De en medio de la necesitad junto a la creatividad surgió Coaching With Us!  Me lancé sin pensarlo pero sobre todo sin limitaciones que usualmente albergamos dentro. La pasión nació en mi corazón y se manifestó en forma de optimismo, entusiasmo y determinación. Alimentó un impulso implacable y ahora me río de las excusas.

Esfuérzate y sé valiente

Te diré lo que NO significa esforzarte para que lo entendamos mejor: desistir, abandonar, cesar, renunciar. Ahora esforzarte es ir más allá de lo que harías comúnmente dejando la mediocridad y siempre buscando la excelencia. Al añadirle valentía le estás incluyendo, el actuar con mucha determinación ante situaciones arriesgadas o difíciles.

Cuando estás absorto en lo que te gusta la gente lo ve y lo percibe.  El recibir mensajes a través de las redes sociales diciendo que les inyecto ánimo y que los inspiro, es la mejor respuesta. «Si tienes la oportunidad de hacerle bien a alguien, y no lo haces, estás desperdiciando tu tiempo aquí en la Tierra» dijo Roberto Clemente.  Poseo la bendición que muy pocos tienen de trabajar en lo que realmente les apasiona. Y una cosa es cierta, la pasión por lo que haces es un elemento indispensable para alcanzar el éxito.

Esta fue la respuesta al porqué de aquella situación de un 3 de diciembre hace un año atrás, a Dios sea toda la gloria…

Mujer: Espina dorsal de la sociedad puertorriqueña

«La mujer es la espina dorsal de la sociedad puertorriqueña. Es el guayacán firme y recio que sostiene la familia de nuestra patria. Es la fuerza que transmite nuestra puertorriqueñidad de generación en generación, afirmando nuestros valores y nuestra identidad. Es la raíz profunda y poderosa que nutre nuestro orgullo como pueblo. Cada día crece su aportación a nuestro bienestar colectivo con su trabajo esforzado, con su productividad y su extraordinaria creatividad. La mujer puertorriqueña ha estado siempre dispuesta a dar todas las batallas necesarias para defender el futuro de sus hijos y el porvenir de nuestro país. Estamos aquí gracias al valor que nos infundieron nuestras madres y a su lucha tenaz por los que vivimos en esta tierra. Y hoy, la mujer puertorriqueña está de pie y está lista para tomar las riendas del destino de nuestro pueblo». SC
Dios dentro de su eternal sabiduría me creo mujer. Para mí eso es la mejor señal de que él nunca se equivoca. Me ha tocado vivir muchas experiencias difíciles en esta vida. Algunas de ellas como consecuencias de mis actos y otras para forjar mi carácter. Si sé qué y he decidido tomar la mejor parte, aquella que no me será quitada, la de luchar por lo que creo basado en la palabra de Dios. Yo sueño y lucho por un mejor Puerto Rico. Que de esos 898,030 hogares en Puerto Rico, en donde el 32% son hogares encabezados por una mujer jefa sin esposo presente puedan tener los beneficios para poder salir a estudiar y superarse. Que tengamos centros en donde podamos buscar ayuda psicológica gratis para cuando nos sintamos agobiadas por los múltiples roles que nos tocan ejercer. Para cuando nos sintamos desenfocadas. Que todas tengamos servicios de salud accesibles. Lucho por ese 60.7% de las familias compuestas por mujeres solas que están bajo el nivel de pobreza para que puedan salir adelante. Por esas 53 mujeres que son víctimas de violencia doméstica a diario. Por esos 42 casos de asesinatos que han sido reportados en lo que va de año. Yo se que hay esperanza. Yo se que puede haber una transformación real y permanente.
Dios me de las fuerzas, la sabiduría y la dirección para hacerlo.

Felicidades en el Día Internacional de la Mujer
8 de marzo de 2013

Datos extraídos del Censo y Casos reportados a la Policía de PR
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Es Tiempo de tu Transformación

Una cosa que debemos de tener clara aquellas que hemos nacido de nuevo, es que no tenemos problemas en el espíritu. Si verdaderamente hemos nacido de nuevo, nuestro interior, ha sido transformado. Se nos ha dado una nueva naturaleza incorruptible. Si fuésemos solamente espíritu, no tendríamos necesidad de ser liberadas de nada al “nacer de nuevo”. Pero no somos solamente espíritu. Somos cuerpo, alma y espíritu. El problema está en nuestra alma, esa parte de nuestro ser que da origen a la mente, las emociones, los recuerdos, el afecto y los deseos.

Nuestra alma es una de las cosas que nos ata. La cual está estrechamente relacionada con nuestro corazón. Es parte de nuestra naturaleza femenina. Dice la palabra de Dios en Proverbios 28:26 que el que confía en su propio corazón es necio;  Mas el que camina en sabiduría será librado. Hoy Dios quiere libertar algo en nuestra alma. Hoy es el día que Dios quiere libertar tu corazón, tus actitudes, tus emociones, tus finanzas, tu matrimonio, tu trabajo y hasta tu ministerio. Dios quiere que vivas en libertad en El y para El. Que seas libre de la tentación, del pecado, de la culpa, de los eventos del pasado y de las relaciones que han terminado. Dios quiere que puedas realizar los sueños y anhelos de tu corazón.

Dios tiene sanidad para tus pensamientos, tus emociones y tus actitudes. Él quiere transformarte por completo. Una vez sanada y liberada por completo, su deseo es que nunca, nunca, nunca jamás vuelvas a estar esclavizada. Él tiene muchos planes para con cada una de nosotras. Si supieras y entendieras cuan necesaria somos para realizar una obra poderosa en nuestra familia, en nuestros trabajos, en nuestro medio ambiente y en nuestro país. Sabes que tú y yo estamos llamadas a hacer la diferencia. Nosotras podemos lograr que esto se convierta en una pandemia y llevar esperanza a nuestra islita que tanto lo necesita.Imagen

¿Estarás tú dispuesta a dejarlo hacer su obra en ti?

“Porque yo sé muy bien lo que haré por ustedes; les quiero dar paz y no desgracia y un porvenir lleno de esperanza, palabra de Yavé”. Jer 29:11

Cuando regalamos nuestro «YO»

Justo cuando se acercan éstos días, en donde se ha comercializado tanto el “tema del amor” es cuando indiscriminadamente comenzamos a buscar a quien regalarle nuestro “YO”. En un acto de posible desesperación nos volvemos «ciegas, sordas y mudas» como dice Shakira. Esto no es otra cosa que boicotearnos la vida misma. El temor de disfrutar un rato con nosotras mismas no luce tan atractivo como tener a alguien con quien compartir, aunque sea de la forma menos adecuada. Es una lástima. Mi amiga… abre los ojos carnales y espirituales. Yo pienso que alguna de nosotras debiéramos de venir con un banderín rojo que se levantara cuando estos pensamientos lleguen. O que tuviéramos un artefacto audible que nos dijera «what’s wrong with you?».

Sabes, nuestro discurso en estos días debiera decir algo más o menos así:
“No me conformo con lo que hay disponible, sino que tengo mi mirada bien puesta en lo que quiero”.

Mujer, tener el control de nosotras mismas es una aventura. Algunas veces agotadora y otras excitantes pero siempre, siempre, siempre gratificante. Por nada en el mundo rindas tu identidad. No vale la pena. Terminarás peor que comenzaste. Disfruta cada momento que tengas. Identifica que cosas has querido hacer y no has hecho. Salta de un paracaídas, prepárate para participar en un maratón, vete en un viaje misionero, levanta un grupo de chicas que necesiten apoyo y dialoguen entre ustedes mismas las posibilidades y las alternativas. El momento para hacerlo es hoy. Compromete contigo misma. El compromiso va a demostrar lo que realmente valoras: ¡a ti!

Tú eres especial, eres única. Ámate pero sobre todo: VALORATE!

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«Es que si no fuera así…» juicio valorativo

Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas mientras la otra era perfecta. La perfecta conservaba toda su agua en el trayecto desde el arroyo hasta el hogar de su patrón, pero la de las grietas, sin embargo, apenas si conservaba la mitad.

Y así fue durante varios años, lo que llenaba de orgullo a la vasija perfecta y avergonzaba a la agrietada. Un día, ésta, que sentía que ya no podía más, se atrevió a hablarle a su patrón:

«Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo, porque debido a mis grietas sólo puedo entregarte la mitad del agua y sólo obtienes la mitad del valor que debías recibir».
El aguador, entonces, la miró compasivamente y le pidió que en el próximo viaje se fijase en las hermosas flores que crecían a lo largo del camino. Así lo hizo la tinaja, que miraba complacida las flores cuya belleza hasta ese momento le había pasado desapercibida, pues siempre iba muy preocupada por derramar la menor cantidad de agua posible.

Llegaron así al final del trayecto, y la vasija, aunque maravillada por lo que había observado, volvió a sentirse triste y culpable porque otra vez había derramado una gran cantidad de agua. Entonces, el aguador le dijo:20100429161042-camino-bosque-flores

No estés triste, ¿no te has fijado que las flores sólo crecen a tu lado del camino?. Durante estos años he ido sembrando semillas de flores a lo largo del camino, y tú, todos los días, has ido derramando encima de ellas el agua necesaria para que crezcan y florezcan tan espléndidas como hoy las has podido observar. Así, gracias a ti, yo he podido recoger esas flores para alegrar la casa y decorar el altar en la Iglesia. «Pero si no fueras exactamente cómo eres, jamás hubiera sido posible crear esa belleza. Así que deja de lamentarte y regocíjate en tus imperfecciones, porqué son ellas las que te hacen única y especial».

Después de aquellas palabras, jamás volvió a avergonzarse la vasija agrietada durante los trayectos desde el arroyo, pues sabía que su misión era ahora otra, y que esa sí, la hacía a la perfección.

Cuantos señalamientos a diario nos hacemos a nosotros mismos. No es en vano ese dicho pueblerino que dice: «no hay peor enemigo que nosotros mismos». Cuando se trata de emitir juicio, tendemos a ser muy severos. Pensamos que el trabajo que realizamos es, sin lugar a duda, uno incompleto y mediocre. Acto seguido comenzamos una hilera de justificaciones que sin ánimo de ofender, no le interesan a nadie.

Déjame hacerte una pregunta, ¿cuál de estas dos vasijas realiza una mejor labor? ¿La perfecta vasija que sólo hace una función o la agrietada que realiza dos funciones? Aquí entra el «juicio valorativo». Para que fue diseñada la vasija: para cargar el líquido. Aun así el trabajo que podemos realizar es tan importante como el que secundariamente estemos haciendo sin restarle mérito. Todas las funciones que realices para la obra Dios son importantes, pero más aún necesarias. Todas él las ve y se regocija de la disposición con que la realizas. No te opaques ni permitas que nadie lo haga.

“Pues bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno de ustedes es un miembro con su función particular.” 1Corintios 12:27 (DHH L 1996*)

Eres importante, VALORATE!

Síndrome de Cuasimodo

«Toda la vida me habéis dicho que el mundo es un lugar cruel y sombrío, pero ahora veo que lo único cruel y sombrío que hay en él son las personas como tú.» Cuasimodo

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Durante mucho tiempo Cuasimodo vivió alejado de la sociedad por una falsa imagen que le habían presentado. Una imagen, que como el menciona en su cita, sin alegrías, sin emociones pero sobre todo sin amor. Su “yo” lo había determinado otra persona. Por cuanto tiempo nosotros hemos vivido en un mundo así. Donde lo único que escuchamos es la descarga despectiva de personas inescrupulosas y manipuladoras. “No puedes hacer esto o aquello” nos dicen. O peor aún tengo que contar con la aprobación de algunas personas para poder sentirme bien conmigo misma. “Esto lo hago por tu bien”, ¿lo has escuchado antes? Sabes, esto se conoce como dependencia emocional. Es la necesidad de tener a otros para sobrevivir. Cuando somos emocionalmente dependientes, miramos hacia los demás para recibir nuestra propia felicidad. Sacrificamos lo que realmente queremos y necesitamos por el miedo a ser rechazadas, abandonadas o confrontadas.

Si en este momento te encuentras en esta situación te insto a que te llenes de valentía para hacer lo que sea necesario para salir de este ciclo. Nunca es tarde. Cuenta la historia que Cuasimodo estuvo así por alrededor de 21 años. Hasta que un buen día se llenó de valentía para reconocerlo.

Conviértete en tu propia y principal «fan”. Dios no quieres que sobrevivas, quieres que VIVAS! Que tengas tu propia vida.
¿Cómo lo haces?

• Comienza a proclamar palabras de bendición y no de maldición para tu vida.
• Bríndate la oportunidad de equivocarte y comenzar de nuevo.
• No seas tan severa contigo misma.
• Evita el compararte con otras personas. Todas somos únicas y especiales.
• Busca descubrir cuáles son tus cualidades, habilidades y dones.
Lo medular en todo esto, es que entiendas que Dios siempre está dispuesto a extenderte unos brazos amorosos. Él te ve muy diferente a como te ve el resto del mundo. Quiere que seas feliz y que lleves una vida plena.

“Yo sé los planes que tengo para vosotros, planes para vuestro bienestar y no para vuestro mal, a fin de daros un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo”. Jeremías 29:11

Quiérete pero sobre todo… VALORATE!

Un corazón agradecido

Hay algo acerca de Dios que siempre toca mi corazón y me hace recordar que su amor hacia mi es incondicional. Cuando yo me veo, cuando pienso en que cosas pudo ver Dios en mi para amarme de manera incondicional, sinceramente no encuentro motivos suficientes para decir que yo me gane ese amor. Dios en su infinita misericordia y en su gracia te escogió a ti y me escogió a mi para darnos una vida mas abundante de lo que podemos imaginar.

No solo eso, sino que puso en nosotros propósitos y encomiendas para llevarlas a cabo. Siempre me pregunto ¿Por que me ha dado la bendición de llevar su palabra de diferentes maneras? Esto no lo digo por que pienso que soy mejor que nadie, al contrario, lo digo por que hace varios años atrás cuando era un poco mas joven pensaba que no había manera en que Dios pudiera usar mi vida. Pero cuando leo la Biblia y veo quienes son las personas que Dios utilizo para llevar a cabo sus planes, siempre me doy cuenta que muy rara vez escogió a alguien que pudiera decir que tiene los méritos suficientes para hacerlo.

Y es que como dice su palabra; Dios escogió lo despreciado por el mundo —lo que se considera como nada— y lo usó para convertir en nada lo que el mundo considera importante. Como resultado, nadie puede jamás jactarse en presencia de Dios (1 corintios 1:28). 1Co 1:26-28

Pues considerad, hermanos, vuestro llamamiento; no hubo muchos sabios conforme a la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;
sino que Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo, para avergonzar a lo que es fuerte;
y lo vil y despreciado del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para anular lo que es; para que nadie se jacte delante de Dios.

Hay muchísimos ejemplos que hoy pudiera citar, pero quiero enfocarme en una mujer llamada Rahab. Esta chica no tenía mucho valor en la sociedad de aquellos días, tenía dos factores que en la cultura de ese tiempo lo único que generaba era rechazo, era mujer y era prostituta. Los religiosos de aquella época cuando iban al templo hacían una oración que decía más o menos así ” Dios, gracias porque ni me hiciste gentil, ni me hiciste mujer”.

Qué triste y vergonzoso que alguien pudiera orar así, pero en esos días era una realidad. Aquí es cuando Dios entre en escena. Cuando Josué fue encomendado conquistar la tierra prometida envió dos espías a explorar la tierra. Estos dos amigos llegaron hasta allí y decidieron pedir ayuda y esconderse en una de las casas que estaba justo a la entrada de esta tierra. Esa casa pertenecía a Rahab y era el lugar donde probablemente ejercía su negocio.

Una vez allí los espías, Rahab no solo los escondió, sino que despisto a los que los buscaban diciendo que ya los espías se habían ido. Una vez se fueron los que los buscaban, los espías salieron de su escondite y agradecieron a Rahab por su ayuda. Ella en ese momento supo reconocer lo que otros en su tierra no habían visto;¡No es extraño que nuestro corazón esté lleno de temor! A nadie le queda valor para pelear después de oír semejantes cosas. Pues el Señor su Dios es el Dios supremo arriba, en los cielos, y abajo, en la tierra (Josué 2:11). Y cuando lo oímos, se acobardó nuestro corazón, no quedando ya valor en hombre alguno por causa de vosotros; porque el SEÑOR vuestro Dios, El es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.

Rahab supo reconocer que el Dios de Josué era el único verdadero Dios, luego realizo pacto con los espías para que su vida y la de su familia fuera preservada una vez Josué y sus tropas conquistaran la tierra, y así fue. La tierra fue conquistada y Rahab y su familia fueron los únicos que sobrevivieron. Esta mujer que parecía no tener nada especial fue usada por Dios para ser parte importante de la conquista de la tierra prometida. Despreciada por otros, pero amada por Dios, lo que parecía carecer de valor a los hombres, Dios uso para honra y gloria suya.

De este modo, que si tú en algún momento te has considerado una persona que Dios no puede usar, hoy te digo que estas equivocado o equivocada, si confías y entregas tu vida a Él, Dios puede hacer en ti y a través de ti cosas que nunca pensaste. Recuerda que Dios no mira tu apariencia si no que mira tu corazón.

Mi oración por ti hoy, es que seas instrumento útil en las manos de Dios.

Más que Mujeres Exitosas, somos Mujeres de Valor!

Probablemente cuando niña tuviste que haber escuchado una frase como esta: “pronto iras a la universidad, debes estudiar secretaria, enfermera o maestra”. Profesiones que sin lugar a duda honrosas e importante dentro de nuestra sociedad, pero que en efecto el hecho de que se nos encaje solamente en ellas, reflejan un genuino problema de desigualdad. Esto guarda una estrecha relación con el enfoque de la mujer y el hombre contemporáneo. Sí saben a lo que me refiero, porque cuando éramos niñas muchas fuimos adiestradas por nuestras abuelitas y aún por nuestras madres a entender a la perfección “las tareas por amor”. Esto no era otra cosa que las tareas recurrentes del hogar tales como el lavado, el planchado y la más importante de todas, la suculenta cena que tenía que estar caliente cuando llegara el esposo. Nos enseñaban que el sábado, (que probablemente era el único día para levantarse tarde), teníamos que levantarnos temprano para limpiar y dejar la casa como un espejo. A esto le añadimos el modelo que predominaba de “señorita decente” el cual no necesariamente iba adherido a nuestros valores sino más bien a la idiosincrasia cultural de nuestro país. O más bien, se basaba en la doble moralidad basada en género. Una vez se constituía un hogar, tendrías que atenerte a dos premisas fundamentales: La primera, corresponde a que tenías que ser hogareña y limitar el involucrarte en otras actividades que pudiesen tener intensiones “autócratas” porque la visón en ese instante era la de deberse completamente a el hogar. Los anhelos personales tenían que ser echados a un segundo plano. La segunda premisa es la de una “familia de procreación”. Una vez fueras al matrimonio, el tener familia se convertía en un requisito del convenio.

Que bien se siente el saber que gran parte de estos parámetros, han sido cambiados por la valentía de cientos de mujeres. Demostrando que aun teniendo un doble rol en nuestra sociedad, estamos aptas para llevar saludablemente un hogar y poder cumplir nuestros anhelos y deseos personales. Que alivio que ya no se nos señale porque decidimos carreras profesionales y probablemente decidamos posponer el contraer matrimonios y tener hijos. Pero más aun, que orgullo que aun teniendo esposos e hijos, podemos tener éxito en ambas áreas de nuestra vida. De este modo, la dicotomía que pueda existir entre no tener la capacidad para hacer ambas simultáneamente, queda nula. Y ni hablar de aquellas que por circunstancias de la vida son madres solteras y luchan por alcanzar el éxito hasta conseguirlo sin descuidar a sus hijos. Tenemos la potestad para decidir que queremos ser. Nuestro potencial ya no lo limitan, y ésta es una excelente noticia. Nosotras somos determinadas, luchadoras, seguras, disciplinadas, juiciosas, equilibradas, perseverantes y enfocadas. De este modo, y con nuestra mirada puesta en Dios sin lugar a duda, llegamos a obtener el éxito. Felicidades a todas éstas espectaculares mujeres que rompieron con los esquemas culturales y que más que mujeres de éxito son “Mujeres De Valor” en nuestra sociedad.

Una historia que puede ser la tuya…

La mayoría de nosotras «no somos tan afortunadas», y si eventualmente se nos ocurre la sola idea de que nuestro futuro depende de tener nuestras propias empresas, nos enfrentamos a un desconcertante rango de posibilidades, sin hablar de los peligros y escollos. Entonces la pregunta es: ¿por dónde empezar? Te contaré una historia que muy bien pudo ser la mía o muy bien pudo ser la tuya que estás leyendo esta nota:

Desde niña siempre supe que no había nada tan fenomenal cómo ser mujer. Siempre me gusto jugar con Barbie, me encantaba colocarle los tacos, cepillarle el largo cabello y desplazarlas por una pasarela imaginaria. Luego fui creciendo, y supe que los cosméticos eran fantásticos porque podían cubrir imperfecciones que pudiésemos tener, cosa que los hombres no podían hacer. Así que más amaba ser mujer. Ya en mi escuela superior experimente lo que era teñirse el cabello y me pareció una cosa “espectacular”, porque pude mejorar mi apariencia física, cosa que los hombres hacen pero que en mi opinión…mmm como que nada que ver. Ni hablar de mi amor por los tacos, ese será un romance que sólo la muerte podrá separarnos. Aprendí a ir de shopping con $50.00 y traer un mundo de ropa, zapatos y accesorios…no me pregunten cómo porque es uno de los grandes secretos de estado que sólo he compartido con unas cuantas amiguitas. A todo esto le añado que desde niña siempre hubo dentro de mí una inquietud de ser empresaria. Hasta cierto punto, siempre supe que iba a terminar siendo mi propia jefa. Esto que tenia dentro pude desarrollarlo pero no de una forma consistente. Desde tiendas de ropa de mujer, floristería, y otros negocios que surgieron en el camino. Hoy día reconozco que eso es lo que quiero ser. Quiero hacerlo de una forma consistente pero a su vez, diversificada para contrarrestar hasta cierto grado, la inestabilidad económica por la que está atravesando nuestro país y el mundo entero. Reconozco cuán importante es la preparación académica para poder lograrlo. Antes la oración es fundamental en este proceso. Otórgale a Dios el titulo de CEO. Luego que efectivamente tengas su aprobación para este proyecto, adelante con él.

Entonces hazle caso a tu corazón. Cuando lo sientas tan fuerte, que no puedas contenerlo en tu pecho, no te niegues la oportunidad. Créele a tu corazón pero sobre todo créele a Dios. Segundo, prepárate en todas las áreas, académicamente, espiritualmente, a nivel personal y de familia porque será algo que cambiara tu vida. Tercero, aprende a confiar en ti, quita el miedo, la timidez o cualquier cosa que te lo esté impidiendo. Cuarto, comienza a rodearte de personas que aporten a tu vida, no me malinterpretes; cuando digo que aporten es en el aspecto de conocimientos, experiencia y motivación. Quinto, piensa que sería eso, que aún siendo trabajo, disfrutarías tanto al hacerlo que no tendrías reparo en hacerlo una y otra vez, aún cuando te equivocaras en múltiples ocasiones.

Nosotras las mujeres “sí somos afortunadas”. Tenemos la disciplina, la habilidad y sobre todo la estamina para realizar todo lo que nos proponemos. Quiero decirte que hoy la brecha entre hombres y mujeres cada día es menor, si bien queda mucho camino por recorrer las mujeres cada vez ganamos más terreno y no se trata de una “lucha feminista”, sino de hacernos un lugar en un mundo que en algunos aspectos todavía sigue siendo de hombres. Tenemos el poder la capacidad y la tenacidad. Así que, te insto a que si sientes en tu corazón hacerlo, no lo dudes y pon en marcha eso que siempre has soñado. Dios te bendiga y adelante!