Dentro de nuestra vida tan ajetreada, en ocasiones es necesario tomarnos un minuto y hacer una pausa. Créanme que será de gran beneficio. Salir del “piloto automático” y tomar nosotros las riendas de nuestras vidas nuevamente. Viendo y analizando lo que hacemos a diario y en que está beneficiando esto, o en que puede contribuir a lo que queremos hacer con nosotros mismos.
Ya esto de escribir para mí se ha vuelto una necesidad. Es curioso porque en un inicio no podía ni escribir 10 oraciones cuando ya estaba preguntándome como termino esto.
Volviendo al tema, al salir del piloto automático nos vamos a dar cuenta de las grandes y pequeñas cosas que están sucediendo a nuestro alrededor. Nos permite ver si estamos anclados en el lamento y el enojo. Nos permite ver si aún continuamos arrastrando algo que debemos soltar pero no queremos. Decidir quedarnos ahí o aventurarnos a salir. Lo mismo sucede con nuestros puntos de vista. Nos enfocamos en un punto de vista y se nos olvida que pudiese haber otros que certeramente pudiesen resolver esa situación. Los puntos de vista nos hipnotizan, y hasta nos confunden con su ilusionismo.
Cuando algo lastimoso nos sucede, nuestra primera reacción es sin lugar a dudas decir “quiero que las cosas sean como antes”…antes de que se formara la discusión, antes de que perdiera el empleo, antes de que perdiera la casa. En ese momento, tenemos rápidamente que pensar, si quedarnos en ese lamento o enojo. Y si, esa puede ser nuestra reacción humana, entonces, que provecho le pudiésemos sacar a esas situaciones.
Nos viene a la mente la pregunta: ¿quiero encontrar culpables o quiero encontrar oportunidades de mejorar? De la respuesta que elijas va a depender el rumbo de tu día y, en definitiva, de tu vida. Sin embargo, aunque hayas elegido muchas veces el camino de tener razón, como yo misma lo he hecho y lo hago cada vez que me salgo de mi rumbo, te recuerdo que salirte del “piloto automático” es una oportunidad para elegir algo nuevo.
Tendrías que hacer una retro inspección. Te invito a revisar los objetivos que estás alimentando en tu interior, porque vas a tender a convertir, todo lo que pase en una oportunidad para lograrlos. Las oportunidades que no estás encontrando son una consecuencia de los sueños que no estás alimentando. Para ver grandes oportunidades, hace falta tener grandes sueños.
Esta imagen la tome en el balcón de mi apartamento. Y en base a ella llegue a este pensamiento:
El propósito siempre se tiene que cumplir, a pesar de lo que pueda suceder a tu alrededor, mantén el enfoque en la visión.
Mujeres De Valor, Inc 